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Una vendimia singular: menos vino pero de mayor calidad

Llegó la vendimia. Muy temprana este año. Un invierno suave y un verano muy caluroso con escasez de lluvia, han sido la causa de que este año la uva haya madurado con antelación .

Hace algunas semanas que la uvas de Candilazo y de Paradójico Verdejo alcanzaron su punto de maduración óptimo y comenzó la vendimia unos 15 días antes de lo habitual. La garnacha de Flipas, que suele ser para las primeras semanas de octubre, también viene adelantada. 

¿Por qué se está vendimiando antes?

Los factores que suelen influir en la recogida de la uva son las condiciones climatológicas durante el año, la ubicación de las parcelas, el tipo de uva y el vino que se quiera obtener.

Un año caluroso o parcelas ubicadas en altura u orientadas al sur (y por tanto con más horas de sol) hace que la uva alcance su punto óptimo de forma temprana. El tipo de uva también influye. Las blancas, como la verdejo, maduran más rápido que las tintas y las variedades foráneas (como la merlot del coupage de Candilazo) también se recogen antes.

Por último, en función del momento de maduración la uva tiene una presencia variable  de algunos de sus elementos (azúcares, ácidos o componentes aromáticos) algo que se tiene en cuenta a la hora de obtener un vino con unas características u otras.

El impacto del cambio climático

El adelanto progresivo en la maduración de la uva es un fenómeno que comienza a ser cada vez más habitual a causa del cambio climático. Un hecho que conlleva también una menor producción de vino.

Y es que las altas temperaturas y la escasez de lluvia hace que la uva sea más pequeña. Tiene menos  jugo como consecuencia de que las viñas no han gozado de la humedad necesaria. Esto provoca pérdida de kilos, pero también da una uva cualitativamente mejor. 

Vinos de calidad

A pesar de la aceleración en la maduración, la calidad y el buen desarrollo de las cepas no se ha visto afectado. Más bien al contrario: se está obteniendo una uva sana y de calidad. Las previsiones son buenas tanto por la composición en azúcares, ácidos y polifenoles de la uva, como por su excelente estado sanitario. El hecho de que este 2022 haya sido un año seco también es positivo respecto a la salud de la viña, ya que favorece que haya menos enfermedades, principalmente fúngicas.